Elizabeth Ferrars
Penguin
222 páginas
Misterio
Este libro nos lleva a los años 20 en un pequeño pueblo del campo inglés. Allí pasa de todo y todos se conocen. Toby es un periodista que está probando suerte en Londres y George es un investigador retirado; un buen día llega Lou Campbell -una amiga y habitante del pueblo- al apartamento de Toby para pedirle dinero y luce bastante desesperada, por lo que él accede. Al paso de los días Lou aparece muerta en unas circunstancias bastante raras y el periodista decide volver a casa para investigar que ha pasado y poder dilucidar si fue un accidente o si por el contrario fue provocado.
La historia del libro es interesante. Los personajes son bastante diversos y fáciles de seguir. La ambientación es un punto a favor de este libro que me hizo trasladar a un pueblo de encanto inglés, pero también con los chismes y rivalidades propios de estos ambientes. El tema de la investigación es bastante deseable, ya que se llega a unas conclusiones bastante cuestionables y con elementos que te hacen pensar que fueron puestos allí de manera demasiado intencionada por la autora, sin un trasfondo o una explicación lógica.
Otra cosa que para mi entorpeció mi lectura fue el ritmo. Demasiado lento y pesado. Los diálogos no se sentían naturales y muy forzados. Hay interacciones que sobraban y que a la vez sentía que eran simple rellenos. Quería seguir leyendo para saber qué pasaba pero a la vez las palabras se me hacían demasiado bola.
Es un libro que recomiendo solo si tienes un nivel de inglés avanzado. No está disponible en español y está descatalogado, así que para conseguirlo toca buscar librerías de segunda mano.
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