Toshikazu Kawaguchi
Realismo mágico
272 páginas
Editorial: Plaza Janes
Este libro me encantó, aunque empezó algo flojo en la primera historia; en las siguientes remontó muchísimo, teniendo hasta las 23:00 llorando como una niña pequeña.
La historia tiene como eje una cafetería en Tokio en donde es posible viajar en el tiempo, con ciertas reglas: no podrás salir de la cafetería mientras dure el viaje, volverás cuando el café se enfríe y, hagas lo que hagas, el presente no cambiará. Y nos presenta cuatro historias entrelazadas de personas que decidieron hacerlo y así cerrar página.
Es un libro de reflexión sobre las oportunidades, la importancia de hablar y de aprovechar el momento porque este no vuelve, y aunque lo hiciese nada cambiaría. Es un libro que en lo personal me sirvió para reflexionar y pensar que le diría a ciertas personas de mi pasado, aun sabiendo que nada afectaría a mi yo actual.
No se trata de saber qué hubiese pasado si… No. El libro no va de eso. Para mí la reflexión final va sobre el tiempo definitivo, de decir las cosas que queremos en el presente y hablarlo desde el amor y lo que deseamos realmente dejando al lado las cosas inútiles. Si supieras que sería la última vez con esa persona probablemente escucharías más, te quejarías menos del clima o de alguien del metro. Atesorarías ese momento y harías que esa conversación mientras se enfríe el café valiera la pena.
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